domingo, 28 de noviembre de 2010

Ñoooooooooo!!!!!!!!

A raíz del post anterior he decidido dedicarle uno a esta isla que tantas alegrías me ha dado reconociéndole todo lo bueno que tiene.


Lo primero, lo que todos sabéis. 28 de noviembre y yo en manga corta y sin calefacción y más a gusto que un arbusto, mientras en la península se quedan "tiesos" de frío. Nadie está contento con lo que tiene y yo no he parado de quejarme de que el verano no se iba; quería cambiar de una vez y ponerme manga larga, echo de menos mis amados jerséis y mis bufandas de colores, pero no el frío en sí mismo, la verdad... ¡Qué mal se pasa cuando se te congelan los dedos de las manos y la punta de la nariz! Es raro estar rozando la Navidad con este clima... ¡Menudo contraste cuando vuelva a Madrid a mitad de diciembre y me lo encuentre nevado!



Además, la isla tiene algunos rincones realmente bonitos: Todo el paseo al lado del mar, desde la tranquila playa de la Garita, hasta la salvaje playa del Hombre pasando por Melenara, en la que reina Neptuno soberbio sobre el mar.


La ciudad de Las Palmas, donde vivo, con su emblemático barrio antiguo (Vegueta) y sus casitas de colores mirando al mar.




Los pueblos de interior con sus palmerales y sus recovecos (eso sí; las carreteritas por las montañas llenos de curvas me hacen pasarlo fatal en el trayecto, así que no los frecuento demasiado).


El sur, lleno de guiris (un 90% de la ocupación hotelera son nórdicos, especialmente alemanes). Maspalomas con sus dunas y su playa infinita: El Paraíso. Es otro mundo, y por eso muchos canariones se van al sur de vacaciones como quién se va a otra ciudad (yo incluida).



Algo que destacaría es la amabilidad de los canarios. No es por ser pelota; es verdad. Cuando acababa de llegar de Barcelona hasta me asustaba por lo inesperado; si buscaba algo siempre había alguien que me ayudaba a encontrarlo o que, simplemente, me daba conversación. Y pasan cosas tan "alucinantes" como que si entras en una tienda y no tienen algo te explican dónde lo puedes encontrar. A parte de las ya conocidas expresiones como "cariño" "mi niño/a" "amor", que si no estás acostumbrado/a medio te ruborizan.  Y no hay que olvidar las romerías; esas caminatas vestidos de "típicos" en la que vas charlando y tomando algo con los amigos mientras te partes de la risa.

Me costó mucho llamar guaguas a los autobuses porque me resultaba muy raro y gracioso. Ya lo hago con total naturalidad y... me gustaría aprovechar para aclarar un asunto de suma importancia que indigna a los canarios (y también a mí): En contra de lo que en la Península se piensa, ellos no dicen "muyayo y muyaya". ¡Chacho chacho chaho... qué paciencia hay que tener!



sábado, 27 de noviembre de 2010

Transición


Al principio, como siempre que vivo en una ciudad nueva, sentía que esto era indefinido... pero hace ya unos meses que siento que el tiempo se agota. No es que me vaya a ir mañana; pero a menudo pasa por mi cabeza la idea de marcharme; de empezar de cero en otro lugar.

No estoy mal aquí; prácticamente todo es perfecto. Vine por trabajo y todo fue sobre ruedas; aprendí muchísimo profesionalmente, gané mucho dinero, hice amigos y hasta tuve algún proyecto importante como la asociación de animales. Lo que añoro es estar tan lejos... ¿lejos de qué? ni yo lo tengo claro. Probablemente de mis padres. Pero no es sólo algo emocional; como he dicho vine por el trabajo y ahora el trabajo me está fallando; por eso se me pasa la temeraria idea de comenzar otro camino. De ponerme por mi cuenta en cualquier lugar; y puestos a elegir quizá no escogiese quedarme aquí para siempre (por favor, que no se ofendan los nativos; es como si a ellos, por ejemplo, les planteasen vivir en Madrid toda la vida; sin mar, sin familia, sin la ciudad que conocen).

No sé si volvería a mi ciudad... y ni siquiera se bien de dónde soy. Nací en Barcelona pero he vivido casi toda mi vida en Sevilla, aunque cada vez eso va siendo menos cierto, porque hace ya  12 años que me marché. A veces me pregunto por qué lo hice... un arranque de impulsividad, de vivir otras cosas. Se supone que iba a terminar la carrera en Barcelona y poco más; dos años fuera de casa. Y ya van doce.

Me encanta Barcelona (en la que viví varios años y tengo familia), pero el idioma es un gran impedimento en mi profesión; y aunque entiendo el catalán perfectamente y hasta lo hablo un poco, no es suficiente. No creo que llegue hablarlo jamás de forma fluida y eso me coloca en desventaja con respecto al resto. Pero nunca se sabe.





Después está Madrid; esa ciudad en la que muchas veces he soñado vivir, pero que en realidad no conozco más que por escapadas vacacionales que he pasado riéndome y vagueando con una gran amiga. No lo descarto, y más ahora que voy de cuando en cuando por un Master que estoy haciendo, aunque no se cómo estarán por allí las cosas.





¿Y volver a Sevilla?, a esa ciudad de la que un día me marché con dos maletas enormes y varios regalos de mis amigas de instituto. Nunca me voy a olvidar de que vinieron a despedirme con ¿globos? y aún guardo ese osito que sujeta un pequeño corazón en el que se lee "I love you". Yo también las sigo queriendo mucho.





Sigo dándole vueltas a todas las posibilidades. Sé que no es algo inminente; que llevará su tiempo; pero lentamente la idea se va fraguando en mi cabeza. Y es muy probable, que si nada lo impide, ese día llegue.

¿Alguna sugerencia?

viernes, 26 de noviembre de 2010

Felicity

He visto muchas series a lo largo de mi vida; y más ahora que están tan de moda y que sigo tantas a la vez que a veces hasta confundo unas historias con otras. Pero si me dijeran que tengo que elegir; que quedarme sólo con una, me quedo con ella: Con la chica de los jerséis; melancólica, responsable, impulsiva: FELICITY.


La comencé a ver cuando estaba en la universidad, e incluso me hicieron alguna bromita cuando me trasladé a Barcelona sobre si había ido hasta allí siguiendo su ejemplo; lo que no era el caso, a pesar de que por aquel entonces me enamoraba de forma platónica con relativa facilidad.


Felicity cuenta las vivencias de una universitaria tímida, insegura y entusiasta que decide arriesgar y no pasar de forma anónima como la buena chica de instituto que fue. Ben y Noel son los dos chicos que completan el triángulo; ambos flipan con Felicity; a veces prudente, a veces un huracán de emociones.


Una serie sobre amores juveniles muy entretenida; divertida y melancólica a la vez. Y con la ventaja de que llegó a tener un principio y un final.

Probablemente muchos de vosotros ya sabíais de su existencia. Pero... os tengo que contar un pequeño secreto: Yo conozco a la verdadera "Felicity" ;-) y Beatrice lo sabe.

jueves, 25 de noviembre de 2010

La magia del arte

Recuerdo el día que mis padres me regalaron aquel lienzo para que lo colgase junto al piano; evidentemente no era el original pero estaba pintado a mano y me pareció muy hermoso.


Fue así como "conocí" a Renoir; uno de mis pintores favoritos. Esos colores mates, creando una atmosfera relajada y dulce, con cierto aire romántico.




Tuve la suerte de ver algunas de sus obras en el museo "D`Orsay" en París. Pero no sólo Renoir estaba allí, si no también otros importantes pintores impresionistas hicieron acto de presencia a través de sus obras. Van Gogh, Degas, Monet, Cezanne, Gauguin...

Las bailarinas del "mirón" Degas estaban protegidas de la luz en una sala especial. Degas las observaba en sus momentos más íntimos para luego plasmar esa belleza en sus obras. Fue Picasso quien parodió este voyerismo en algunas de sus obras menos conocidas. (Museo Picasso de Barcelona).

Supongo que no hace falta que describa los azules brillantes de Van Gohg; fue increíble ver algunos de sus cuadros; mucho más impresionantes en persona. Mis dos favoritos; el de la pequeña iglesia que siempre estuvo en algún rincón de casa de mis padres y el de la noche estrellada, tan sugerente.



También aproveché para ver esa escultura que me llega al corazón y de la que luego conocí la leyenda: "El beso" de Rodin. Francesca y Paolo, enamorados mientras leían juntos la historia de otro amor imposible "Lancelot y Ginebra". Paolo era el hermano del marido de Francesca y, además, estaba casado con otra. La historia terminó de forma trágica con el asesinato de los dos a manos del marido de Francesca. Esa violenta y desgraciada historia contrasta con la serenidad y ternura de esta escultura.


Dicen las malas lenguas que Rodin robó varias de sus obras a Camille Claudel, su amante y alumna. Lo leí en un libro de Rosa Montero que me gustó mucho, sobre la historia íntima y poco conocida de varias mujeres realmente especiales.


Si vais por París no os marcheis sin visitar el pequeño museo Rodin; vale la pena, a pesar de no ser demasiado conocido.

Acabaré este post con otro beso lleno de tonos dorados; el de Gustav Klimt. En esta ocasión no he tenido la oportunidad de ver el original, aunque me emocionaría mucho poder hacerlo alguna vez. Junto a este beso de amor, os dejo "La vergine"; otra obra de Klimt de la que compré una copia en un mercadillo de Leighton Buzzard (Londres) y me la llevé conmigo en el avión delante del asiento, con marco, cristal y todo... eran otros tiempo claro, porque hoy en día no me dejan ni en broma.



Espero que hayáis disfrutado con esta pequeña exposición de mis obras de arte favoritas.


sábado, 20 de noviembre de 2010

"Indómito y entrañable"

He llorado, he reído, me he emocionado y sorprendido con este relato sobre la vivencia real de unos padres y su hijo adoptivo: Un hijo "Indómito y Entrañable".

A cualquiera que le interese el tema de la adopción, o simplemente le apetezca leer una historia (real), tierna y dura a la vez, le recomiendo este libro.


viernes, 19 de noviembre de 2010

Terror Ochentero


Me encanta el cine, pero evito sistemáticamente ver películas de terror. Concretamente desde el año 2002, coincidiendo con los estrenos de "Darkness" y "The Ring", que me dejaron "knockeada" emocionalmente. ¿Qué soy una blandita? pues sí; soy una cagada que no sólo sufre durante la peli si no que revive las escenas más impactantes muchos días después tapándome con la manta hasta la nariz y pensando que, sin lugar a dudas, me ocurrirá lo peor... Es lo que tiene contar con una imaginación desbordante que me hace meterme demasiado en las pelis (para lo bueno y para lo malo).
Curiosamente, a mí antes me encantaba sentir esa adrenalina que provoca el miedo controlado; de muy pequeña vi mil veces Portergeist y me fascinaba. Y más tarde no dudé en repetir con todas sus secuela. Por cierto, que he descubierto que la prota se llamaba Carol Anne, y no Caroline como creo que la mayoría de gente en "Spain" ha pensado siempre.

Esa mítica frase sigue en mi cabeza como una esperanza, como un escape, como una broma para echar unas risas: "Caroline, ve hacía la luz Caroline..." Por no hablar del payaso diabólico que tenía en la habitación... ¡Y luego se preguntan que por qué a los niños no les gustan los payasos...! Igual no somos conscientes; pero fijo que, el payaso que se mueve y desaparece para reaparecer con cara de psicópata y darnos el susto, se quedó grabado en nuestra memoria genética.

No había placer más grande que estrujar un cojín en la soledad del salón de mi casa (aprovechando que mis padres habían salido y yo lo había encontrado por casualidad haciendo zaping) y disfrutar de la compañía de Freddy Kruger, el precursor del cine "gore", seguramente. Esa camiseta de rayas hortera y esos guantes de uñas afiladas hacían temblar a todas las "nenas" del vecindario.

Hace poco volví a ver la primera de las pesadillas, preparándome para la secuela moderna a punto de estrenarse, y, a pesar de la sangre a chorros, eso no era terror ni "na" comparado con el horror sutil y escalofriante de hoy en día (seguro que los japoneses han tenido mucho que ver en el "avance" del género; en acojonar al personal son los reyes). Este personaje, guarrete y feo a rabiar, acabó teniendo su propio club de fans. Nunca olvidaré cuando me persiguió en el pasaje del terror y me puse tan histérica que me caí al suelo.

Otra peli que destacaría; aunque seguro que me dejo muchas, es "Carrie";  algo extraña y angustiosa. En ella se jugaba con las emociones de una frágil adolescente con telequinesis que acaba cubierta de sangre de la cabeza a los pies. Me leí el libro y, sinceramente, me costó. Era algo denso y descarnado.


Pues a lo que iba... ¿Dónde está aquel miedo moderado que te ponía los pelos de punta momentáneamente pero del que podías olvidarte pasado un rato y reírte con las amigas? ¿Acaso era necesario subir los termómetros del pánico entre el público? ¿O quizá soy yo que, con los años, me he vuelto más miedosa y me basta con los vampiros, thrillers y personajes "entrañables" de terror ochentero?

En realidad, supongo que son ambas cosas.

De manera que si alguien es tan "valiente" como para invitarme al cine a ver una película de terror; que se atenga a las consecuencias... porque pierdo el control.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

SOS Navideño

Busco regalito especial para niña de 5 años

Una amiga me comentó que existía una tienda donde vendían regalos curiosos relacionados con efectos científicos (como una especie de ratoncito que anda sin pilas o una pelota que pone a prueba la ley de la gravedad). El caso es que ahora no encuentra ni rastro en internet, ni en you tube (donde había vídeos de algunos productos).

Pues nada; que si alguien tiene alguna pista de esta tienda o simplemente se le ocurre algún regalo original para una niña de 5 años (que probablemente tiene de todo) me ayude, please.

Por favor; haced un "break storming" de todo lo que se os ocurra.

¡Es muy importante para mí!

P.D: Es mi hermana; ¡y voy a conocerla estas Navidades!